Al Papa Francisco le encanta el fútbol. Su fanatismo por San Lorenzo de Almagro está bien documentado, pero no se queda ahí. Ahora también tiene un equipo y se llama Fratelli Tutti, tal como su tercer trabajo encíclico.
Hay que aclarar que a Francisco no le vino el afán jeque o que está gastando las riquezas de El Vaticano para satisfacer su pasión por el deporte. No. El equipo en realidad está formado por guardias suizos, trabajadores e hijos de trabajadores de la Santa Sede, así como sacerdotes, migrantes de la comunidad de Sant’Egidio y un miembro de las Olimpíadas Especiales con síndrome de down.
El equipo ha sido creado específicamente para enfrentar en un partido amistoso a la Word Rom Organization, un grupo que trabaja por la inclusión y contra el racismo. Para la ocasión, obviamente, tendrá una camiseta, la cual ha sido diseñada por la marca italiana Erreà.
El jersey tiene un torso amarillo, casi dorado, muy similar al que se ve en la bandera de El Vaticano. Dicho tono simboliza las llaves de oro de San Pedro y la autoridad del Papa. Una cruz se despliega por todo el frente, mientras que el escudo de armas pontífico sirve de emblema al pecho y también como una sutil trama sobre la tela.
Cuello negro y un matiz más claro y pastel de amarillo en las mangas completan el look.
Como toda camiseta de Erreà, el modelo del Fratelli Tutti cuenta con tecnología antiviral y antibacterial (tejido Ti-energy), además de impermeabilidad de líquidos como el sudor (Minusnine J1).